🚨 Cómo rescatar una planta en pudrición | Trasplante emergente

 Cuando una planta empieza a pudrirse, el reloj corre. Las hojas amarillean, el tallo se ablanda, y el sustrato huele mal. Muchas piensan que ya no hay nada que hacer… pero si se actúa rápido, aún se puede salvar.

La clave está en no entrar en pánico, sino en aplicar un trasplante emergente, un procedimiento de rescate que prioriza la vida por encima de la estética.

1. Sacar la planta del sustrato con mucho cuidado
Hay que revisar las raíces y el tallo base. Lo que esté negro, blando o con mal olor debe eliminarse. No se trata de salvar todo, sino lo que todavía está vivo.

2. Cortar lo dañado con herramienta limpia y esterilizada
Las raíces podridas se cortan hasta llegar a tejido firme. Lo mismo con los tallos. A veces hay que sacrificar bastante, pero eso es lo que permite el rebrote sano.

3. Dejar secar antes de replantar
Después del corte, es ideal dejar la planta unas horas en sombra ventilada para que cicatricen las heridas. Esto reduce el riesgo de que vuelva a pudrirse al contacto con el nuevo sustrato.

4. Usar sustrato seco, aireado y sin abono
Nada de tierra húmeda ni fertilizantes. En esta etapa, la planta necesita descansar y estabilizarse, no crecer. Un sustrato seco al tacto, con buena circulación de aire, es lo mejor para que rehaga sus raíces.

5. Aumentar la humedad ambiental, no el riego
Muchas veces se confunde riego con hidratación. La planta puede estar sin regarse varios días, siempre que esté en un ambiente húmedo y protegido del sol directo.

🟢 Hicimos un video donde aplicamos este método en una planta al borde de la pudrición total. Lo puedes ver paso a paso en el canal de El Mundo de la Nena Australiana.

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🌱 Moraleja del día:
A veces hay que cortar para salvar. Una planta no se rinde con facilidad… y si le das lo justo, te sorprende con un nuevo comienzo.

Mi jardín me entretiene y nada me detiene.